Por Petra Alexander 

En el movimiento de los Derechos Civiles despertaron muchos sueños que reflejaron el anhelo de valores más humanos. César Chavez abanderó el anhelo de los latinos en los Estados Unidos de pedir mejores condiciones para los trabajadores más humildes. César soñó con una educación transformadora de los hijos de los campesinos que les permitiera profesionalizarse para mejor servir.

Recientemente, la Casa Blanca señaló a la Universidad Estatal de California, San Bernardino (CSUSB) como uno de los esfuerzos educativos más exitosos, que ha logrado diversas metas en orden a favorecer la Educación Superior para los Hispanos en nuestra área. Son muchos los académicos y administrativos que son parte de este logro, pero sin duda es el Doctor Enrique Murillo, la palanca que ha dinamizado diversos esfuerzos. Sustancialmente, el Doctor Murillo ha levantado un andamio para la equidad, y su inspiración está calcada del sueño de César Chávez.

Sabemos que, aunque seamos iguales en dignidad como personas humanas, nuestras condiciones de vida no lo son. En el campo educativo, miras a todos los estudiantes sentados en pupitres, todos parecen iguales ante las metas que ofrecen, pero hay entre ellos invisibles brechas, muchas veces históricas, que hacen grandes diferencias cuando se trata del acceso a oportunidades. Actualmente, el movimiento que se identifica como The Education Trust, es una iniciativa en los sistemas escolarizados para avanzar en crear una equidad educativa real.

El Doctor Murillo ha encabezado un movimiento de abogacía llamado LEAD, (Latino Education Advocacy Day) que ha emprendido numerosas acciones para lograr que los estudiantes indocumentados e hijos de inmigrantes, obtengan el apoyo por parte del sistema educativo y de la sociedad para alcanzar sus sueños. La abogacía de LEAD abrió conversaciones con diversas instituciones, la búsqueda de alianzas han sido una constante en lo financiero, en la apertura de planes y programas académicos, en la convivencia intercultural y la búsqueda de un bienestar mayor. La Universidad Estatal de California, San Bernardino no sólo ha trabajado por los estudiantes que están registrados en la unidad, sino que ha buscado a los actores de todo el sistema educativo para revisar desde las bases qué se puede hacer e identificar las desventajas, que muchas veces comienzan cuando un hijo de inmigrantes no domina el idioma, la base de las ciencias, las habilidades de convivencia e integración.

Para lograr equidad hay que recorrer un largo camino de diálogo en distintas direcciones. El Doctor Murillo ha buscado también a los padres de familia, porque es en la familia donde se entretejen los hilos para cruzar barreras. El Instituto Binacional para Padres Inmigrantes (BPLI) es un grupo de padres sin fronteras, que trabajan intensamente para lograr fortalecer a las familias con el programa Padres con Poder, pero también ayudan a los papás a revisar su proceso de desarrollo familiar. Los padres de familia deben ser líderes en su hogar, y necesitan ser ejemplo de integración en la comunidad para que sus hijos den pasos firmes y seguros.

Un año más que en la celebración de César Chávez, el pueblo hispano se acerca al sueño de justicia y fraternidad para los trabajadores. En la bandera de César Chávez ondeaba la Virgen de Guadalupe y el águila, que representa la lucha del campo. La Madre que encierra en su mirada la ternura suficiente para cuidar y animar la vida y el águila con ojos atentos vigila los riesgos y mira las alturas. César Chávez nos sigue recordando que no hay logro social que no pase por la educación, pero la educación debe convertirnos en mejores servidores de la comunidad. Nuestra gratitud al Doctor Murillo y a su equipo por este valioso testimonio que nos vitamina.

Petra Alexander es la Directora de la Oficina de Asuntos Hispanos de la Diócesis de San Bernardino.