Por Miramon Nuevo
Hacía años desde la última vez que Peter Pat pisó una iglesia. Sin embargo, mientras estaba en Roma, cuando se anunció al nuevo Papa, un estadounidense, sintió la necesidad de regresar a su fe católica. Encontró inspiración en el Papa León XIV para reconectar con su catolicismo, una fe que lamentablemente había abandonado al afrontar las obligaciones de la vida.
El 18 de mayo, mientras la comunidad de la Iglesia de Santa Francisca Javier Cabrini en Yucaipa celebraba una misa especial de Acción de Gracias por el recién elegido Papa León XIV, Peter también sintió un profundo agradecimiento por su renovada fe.
“Quiero volver a ser católico. Esta vez, de los buenos,” dijo. “Creo que tener un Papa estadounidense es la manera en que Dios nos invita no solo a mí, sino a todos aquí en Estados Unidos, a volver a Dios. A profundizar nuestra relación con Él. A comenzar una nueva página.”
“Durante un tiempo considerable, me he mantenido alejado de Dios. Estaba huyendo de Él. La persecución termina aquí. Este desvío termina ahora,” declaró entre lágrimas Peter, quien trabaja como transportista.
El cardenal Robert Francis Prevost, ahora Papa León XIV, es el primer papa estadounidense de la historia. Fue elegido el 8 de mayo de 2025, tras la muerte del papa Francisco. Nació en Chicago. Su elección al papado, literalmente, asombró al mundo.
“Algunos pensaron que los cardenales elegirían al primer papa Asiático. Algunos pensaron que los cardenales elegirían a un papa italiano, como lo habían hecho durante tantos siglos. Pero no, votaron por un estadounidense… ¡el primer papa estadounidense!” Compartió el padre Santos Ortega, párroco de la parroquia de Yucaipa, con la voz llena de emoción.
“Sin duda será un buen papa. Ha visto el mundo verdadero. Su carisma es estar con los que sufren, los marginados; al igual que su predecesor, tiene compasión por los pobres y los marginados,” añadió el padre Ortega.
El Obispo Alberto Rojas, siendo un joven sacerdote, relató a la congregación su encuentro cercano con el entonces cardenal Prevost en Chicago.
“Es un hombre de gran humildad. Siente gran compasión y amor por los menos afortunados. Y así es como creo que nos guiará el Papa León. ¡Nos llevará precisamente al corazón mismo del Evangelio, que es el amor!”
En su homilía, enfatizó que alcanzar este tipo de amor requiere que abramos nuestros corazones al Señor.
“Tenemos que permitir que el Señor esté presente en nosotros, que entre en nosotros, para que podamos amar como Él ama. Esto solo puede suceder cuando nuestros corazones están abiertos a recibir al Señor en nuestro interior. El mundo nos conocerá por la forma en que nos amamos. El amor es nuestra seña de identidad,” subrayó el Obispo Rojas.
El Obispo Emérito Gerald Barnes, el Obispo Auxiliar Emérito Rutilio del Riego, Monseñor Gerard López, Monseñor Romy Selección, MS, y el Padre Ortega concelebraron la Misa con el Obispo Rojas.
Francesca Paturzo, catecúmena de la Iglesia de San Martín de Porres y estudiante de derecho de la Universidad Chapman, visitó la Iglesia de Santa Francisca Javier Cabrini por primera vez ese domingo, acompañando a la familia de su novio.
“Como estadounidense y catecúmena, al abrazar la fe, confío en la Iglesia y en el Papa como una guía que pueda trazar límites firmes entre lo correcto y lo incorrecto ante la mirada de Dios y que pueda ser el defensor mas firme de la moral cristiana,” opinó.
“Me gustaría ver al Papa León XIV encontrar un equilibrio entre la delicada línea de mantener las enseñanzas y tradiciones de la Iglesia y promover un movimiento hacia relaciones amistosas y de vecindad con los no católicos,” continuó. “Siento y he experimentado la evangelización más efectiva a través de la empatía, la compasión y la apertura a encontrar puntos en común. Creo que hay una manera de promover la fe católica sin discordia y que esa paz es una fortaleza, nunca una debilidad, tal como actuó Cristo.
Un asunto creo que el Papa León XIV debería adoptar una postura firme, en particular como Papa estadounidense, es el trato a los migrantes bajo la actual administración y la flagrante instrumentalización de la fe para justificar un trato tan indignante hacia nuestros semejantes, añadió.
María Quispe, Lupe Mamani y Yessenia Huamán conocieron al Papa León XIV cuando eran adolescentes en Perú. Ahora, están en la ciudad visitando a Rosa, la hermana de Lupe, quien recientemente tuvo gemelos. María Quispe y Yessenia Huamán son maestras de escuela pública, mientras que Lupe Mamani es trabajadora social y ayuda a jóvenes que no asisten a la escuela.
“Todavía lo recuerdo como el ‘Padre Bob’,” recuerda Quispe. “Es uno de los nuestros. Es peruano. Su corazón es peruano. Es el obispo más accesible que nos acompañó en momentos de dolor, de crisis, y nos trajo esperanza.”
“Su estilo de liderazgo se basa en la escucha, la sencillez y la fidelidad al Evangelio,” recordó Mamani. “Tiene un gran corazón para quienes están desesperados. Conoce el sufrimiento de los pobres porque ha vivido con ellos. Comió con ellos. Y, en muchas ocasiones, también pasó hambre con ellos.”
A diferencia de sus amigos, Huamán se refiere al Papa León XIV como “El Guerrero.”
“Para la mayoría de la gente, es un modelo de caridad, compasión y altruismo. En Chiclayo lo llamábamos ‘Obispo Rob’. Como obispo, su camino no fue fácil. Fue criticado y humillado, pero eso no lo desanimó. Continuó cuidando a los enfermos, pobres y desfavorecidos. En el proceso, desafió estereotipos, rompió barreras y nos enseñó a todos la verdadera esencia de la caridad”, explicó Huaman.
El Papa León XIV fue Arzobispo de Chiclayo, Perú, de 2014 a 2023. Obtuvo la ciudadanía peruana en 2015.
Mientras tanto, el Padre Peter Casiño y el Padre León San Clemente, dos sacerdotes agustinos de Filipinas que están visitando las comunidades agustinianas en Los Ángeles, Ojai y San Diego, compartieron con el BYTE sus experiencias con el Papa León XIV.
“Como Padre Prevost, fue nuestro Prior General en la Orden de San Agustín,” relató el Padre Casiño. “Es muy pacífico y tranquilo. Es el tipo de persona que no llama la atención. Su principal objetivo es siempre fomentar la armonía. Siempre nos decía que la paz se puede alcanzar a través del altruismo y la caridad, en unidad con las verdades del Evangelio.”
El P. Casiño y el Papa León XIV (entonces P. Robert Prevost) vivieron juntos por primera vez en Durban, Sudáfrica, durante dos años en 2001. Se reencontraron en 2008 en Filipinas, donde el P. Prevost, como Prior General, bendijo un seminario agustino en Manila. Su último encuentro tuvo lugar en Manila en 2010 durante una reunión mundial de líderes agustinos.
“Qué regalo tan oportuno es para el mundo tener un Papa cuyo principal lema es la paz y la armonía, en un momento en que el mundo se enfrenta al caos y a tanta inquietud”, reflexionó el P. Casiño.
El P. San Clemente se siente honrado de compartir un pasado con el Papa, habiendo sido su compañero de clase en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino en Roma.
“Fuimos compañeros de clase en el Angelicum cuando ambos hicimos la Licenciatura en Derecho Canónico en 1987,” recordó con cariño el P. San Clemente. “Era tranquilo pero muy accesible. Siempre estaba sonriendo”. Era inteligente, pero nunca presumía.”
“En un mundo oscurecido por la confusión y tantas falacias, necesitamos un Pastor fiel al depósito de la fe, audaz en la caridad, humilde en la autoridad y radiante en santidad. Necesitamos un Pastor según el corazón de Cristo, que guíe la Iglesia con claridad, valentía y fidelidad. Necesitamos a alguien que no tema a ningún poder en la tierra, un Pastor que dé su vida por las ovejas. Ese es el Papa León XIV,” aseguró el P. San Clemente.
Miramon Nuevo es un escritor independiente y feligrés de Nuestra Señora de Lourdes, Montclair.