El diccionario define “valiente” como “que posee o actúa con valentía o atrevimiento, valiente; marcado por, exhibiendo, o llevado a cabo con valor o determinación, heroico.”
Ahora bien, conociendo la definición de “valiente,” uno puede imaginarse muchas versiones distintas de una mujer valiente, pero la Sociedad de Extensión Católica afirma que las mujeres valientes son las líderes católicas latinas.
“Mi plan es ayudar a empoderar a las mujeres Mayas de todas las edades en su crecimiento personal y ayudándolas a reconocer que pueden desarrollar sus talentos sin perder su identidad ni sus valores,” dijo María Raymundo, Mujer Graduada y líder de ministerio en la parroquia de San Antonio en Riverside. “Esto es especialmente cierto para las mujeres jóvenes, que pueden continuar sus estudios sin perder su identidad y valor, mostrándoles que pueden tener educación y tradición al mismo tiempo.”
Los graduados del programa “Mujeres Valientes” 2025 de la Diócesis de San Bernardino son: María Raymundo, Deifilia Aguirre, Señorina Saldivar, María de Jesús López, y Sor María Teresa Pacheco Sosa MGSpS, Hilda Zamora, Sofía Gutiérrez, y Zenaida Rafael, del Valle de Coachella.
Reconociendo el papel fundamental de las mujeres como evangelizadoras, la Sociedad de Extensión Católica desarrolló el programa “Mujer Valiente” como una oportunidad de desarrollo de liderazgo para las líderes católicas latinas en las diócesis ampliadas.
“La mayoría de los voluntarios y líderes en la iglesia son mujeres, especialmente hispanas, hacen tiempo y se esfuerzan por completar todas las actividades y están dispuestas a ayudar,” dijo la graduada de Mujer Valiente Deifilia Aguirre, esposa del diácono permanente Héctor Aguirre de la Iglesia Sagrado Corazón en Rancho Cucamonga.
El programa tiene como objetivo reunir a mujeres líderes emergentes y aspirantes de los Estados Unidos con el objetivo de crear una red de apoyo y proporcionarles formación continua.
“Sin embargo, la mayoría de ellas son mujeres que no han recibido ninguna formación para ser líderes y a veces no tuvieron la bendición de ir a la escuela,” continuó Aguirre. “Si las mujeres hispanas reciben formación como líderes católicas, tendrán conocimientos sobre cómo manejar diferentes situaciones en el ministerio.”
“Creo que es importante que las mujeres hispanas sean líderes o sirvan en los servicios litúrgicos porque son vitales para alimentar la fe,” añadió Raymundo. “Crecí aprendiendo que nuestra cultura está reforzada por tradiciones de muchas generaciones, donde la mujer está orientada a la familia, a cuidar de su hogar, esposo e hijos. Uno de los puntos débiles es la falta de uso de su voz en la comunidad. Me encantaría ver más mujeres, sobre todo jóvenes, participaran en liderazgos.”
Aguirre, además de ser la esposa de un Diácono, tiene una larga historia sirviendo como líder en la iglesia y en varios roles como lector, Ministerio Eucarístico, coordinador del Ministerio Hispano, clases de Bautismo, clases de Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RICA), llevando la Comunión a los enfermos, el consejo de finanzas, y más.
Asimismo, Raymundo ha pasado la mayor parte de su vida sirviendo a su parroquia y a la comunidad maya como catequista, lectora, coordinadora de monaguillos y ministro de la eucaristía.
Los participantes son aceptados en el programa con el apoyo de su diócesis local, las solicitudes son presentadas por los contactos diocesanos, no por los participantes. Uno de los principales criterios de selección de las participantes en el programa Mujer Valiente es su “amor a la fe católica, su deseo de profundizar en ella y su compromiso de compartirla con los demás.”
“Crecí en una familia de devotos católicos, y mi padre es el coordinador de un grupo de oración de la Comunidad Maya,” dijo Raymundo. “Quería crecer más en mi fe y compartir lo que aprendiera con los demás. Fue una experiencia muy bonita en la que aprendí la importancia de que más mujeres participen en los liderazgos.”
Aguirre está de acuerdo en que la formación que recibieron debe compartirse con los demás y para las próximas generaciones.
“La fe católica es como un tesoro que tengo que transferir a mis hijos y nietos,” dijo Aguirre. “Sé que si profundizo en la fe católica, me enriquezco, mi espiritualidad crece y me preparo para prestar un mejor servicio a mi familia, hermanos y hermanas.”
Aguirre añadió que el programa Mujer Valiente fue un gran complemento a la formación diaconal que recibió, ya que ambos programas le proporcionaron formas de responder a su llamada a servir.
“El programa Mujer Valiente te enseña a tener más confianza en ti misma, a entender a los demás y a ser empática,” dijo Aguirre. “Te enseña a organizar y preparar clases o actividades necesarias en la comunidad y te enseña a identificar y resolver conflictos. El programa también te invita a salir y acudir a los necesitados y compartir lo que has aprendido.”
Junto con su plan de utilizar sus conocimientos del programa Mujer Valiente para ayudar a empoderar a las mujeres mayas, Raymundo, realmente conmovida por la experiencia, espera mantenerse en contacto con las otras mujeres valientes que conoció, cumpliendo así el objetivo del programa de crear una red de apoyo.
“El programa me ha ayudado de muchas maneras que no esperaba,” dijo Raymundo. “En el último programa al que asistí en el mes de abril, donde se graduaron muchas Mujeres Valientes, me encontré con una especie de discernimiento. Sentí una gran conexión con las religiosas que coordinaron la sesión en la que participamos, y realmente admiré su dedicación. Me sentí un poco triste cuando tuvimos que separarnos, y aunque tuvimos que volver a casa, siempre podremos volver a conectar unas con otras."
El programa Mujer Valiente es un compromiso de año y medio, con cursos ofrecidos a través de socios universitarios de la Sociedad de Extensión Católica como la Universidad de Dallas y la Universidad de Dayton. Los cursos están diseñados para personas de diferentes niveles educativos, y el costo del programa está totalmente cubierto a través de la Sociedad de Extensión Católica y sus socios de financiación.